"El día 5 de noviembre de 1936 , 18 de nuestros tanques intentaron cruzar el río Manzanares quedando casi todos embarancados en su lecho arenoso, poco después se ordenó a la infantería cruzarlo al asalto y saliendo al descubierto con el agua en las rodillas y atacando la orilla opuesta con bombas de mano conseguimos cruzar tomando de inmediato los primeros edificios de la Ciudad Universitaria..."

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Así comienza la descripción del Gral. de Brigada de Ingenieros Jose Maristany Gonzalez de la toma de Madrid y de los casi 20 puentes que se llegaron a construir en el mismo tramo del Manzanares denominados "las pasarelas de la muerte" y que como consecuencia de la construcción del carril bici ha salido al descubierto hace unos meses.

 


Sirvió para avituallar a las tropas de Franco en la Ciudad Universitaria.
Uno de los principales testimonios de la Guerra Civil en la ciudad, el tablero del disputado puente conocido como la pasarela de la muerte, al que se daba por completamente destruido tras la contienda, ha aflorado de manera casual en la margen derecha del río Manzanares, a la altura de la tapia del Club de Campo.

Puente del Generalísimo
Puente destruído


 

 

 

 

 

 

Este cruce del río, de apenas una veintena de metros de longitud por tres de anchura, que se desplegaba entre ambas orillas de la corriente de agua, llegó a ser hasta 20 veces destruido y otras tantas reconstruido en las numerosas ofensivas que soportó entre noviembre de 1936 y la primavera de 1937.

Su función era la de garantizar el avituallamiento de las posiciones de vanguardia avanzada establecidas por el ejército de Franco en la Ciudad Universitaria, acceso impedido por el valladar natural del Manzanares.

Cuña de entrada a Madrid del ejercito de Franco
Pasarela de la muerte desde La Casa de Campo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para garantizar el aprovisionamiento de tropas y material, el río debía o bien ser vadeado -misión entonces imposible por ocupar las tropas republicanas toda la margen fluvial izquierda y gran parte de la derecha- o bien ser cruzado por el frágil trecho donde se hallaba tendido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Batido permanentemente por la artillería republicana, ligera y pesada, incluso hostigado por la aviación, contaba con dos repechos soterrados que lo fijaban a las riberas y permitían acceder a él a tropas, vituallas e incluso tanquetas. Por su importancia, recibió fuego en tan gran medida que sólo era cruzado en la oscuridad de la noche y llegó a adquirir diferentes configuraciones.

Pasarela de la muerte desde la Ciudad Universitaria
Arco del puente enterrado cerca del carril bici del anillo ciclista


 

 

 

 

 

 

Desde meses atrás, un equipo del Grupo de Estudios del Frente de Madrid (Gefrema), encabezado por el profesor e historiador Luis de Vicente y formado por el fotógrafo José Antonio Zarza y el estudioso estadounidense Ken O. Keefe, buscaba por las riberas del Manzanares el

 

 

 

 

Buscando restos

 

lugar donde podía hallarse el puente. Documentos de la época lo ubicaban en un lugar indeterminado con la única referencia del antiguo muro mampostero de la Casa de Campo, que hoy pertenece al Club de Campo. Cuando en la primavera pasada fue inaugurado el túnel de la M-30, se produjo un enorme aguacero que inundó la propia vía recién modificada. Al retirarse las aguas surgió el tablero hormigonado que, con las obras iniciales de explanación de la M-30, había quedado soterrado. Luis de Vicente y sus compañeros han podido ahora documentarlo tras cotejar fotos históricas y otros testimonios. El pasado día 15 de Enero conmemoraron su hallazgo con una cita sobre su paraje.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Artículo de prensa de El País del 14 de Enero del 2007

Si deseas leer otro art. de la época pincha en el enlace:

http://ropdigital.ciccp.es/pdf/publico/1936/1936_1939_numeroespecial_06.pdf

En recuerdo de todos...

 

 

 

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